Imagina qué siente aquel que va caminando solo, que no sabe hacia donde va, que sólo por su mente pasa un pensamiento vacío, que algún día encontrará la felicidad pero que no puede olvidar que pasa el tiempo y que ese día se ve lejano; que cada latido es como un puñal certero atravesando el corazón, que las gotas de lluvia son la única caricia que puede serntir y es por ello que ama tanto a la naturaleza.
Ve pasar ante sus ojos bellezas, pero no entiende cómo hay quien tiene mucho y otros que tienen tan poco.
Lo que más le enoja es tratar de ser diferente al nunca tener malas intenciones y que su meta sea hacer feliz al que lo conoce, pero se da cuenta que aquellos que quiere, prefieren andar con los que sólo se esmeran en hacerlos llorar. Sin embargo, él también se alegra cuando ve que alguien que quiere, logra su sueño... Así me siento ahora...
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